Muchas personas usan gafas graduadas. Hay quien las usa durante todo el día y quien las utiliza de forma puntual, para leer por ejemplo.
Si estás en casa y te olvidas las gafas para ver de cerca en la cocina, no supondrá una gran pérdida de tiempo ir a buscarlas desde otra habitación. Pero si estás en tu lugar de trabajo, ese tiempo tiene un coste económico. Los minutos tienen un gran valor para las empresas donde trabajas o para ti si eres autónomo.
¿Un elemento de protección individual o EPI ayuda a que una empresa sea más productiva?
Cuando hablamos de productividad casi siempre pensamos en maquinaria de última generación y herramientas potentes. Es cierto que estos elementos son necesarios. Pero para que una empresa sea productiva, la prevención de riesgos laborales es igual o más importante.
Al trabajar protegidos se evitan accidentes que causarían la baja laboral de obreros calificados. Y eso mantiene un nivel de productividad estable.
Las gafas de seguridad son un EPI imprescindible en ciertos sectores de la industria. Veamos un par de ejemplos.
Imaginemos a un electricista que trabaja haciendo instalaciones en altura. Para ver de cerca usa unas gafas de aumento sin ningún tipo de protección y se le caen desde 3 metros. Posiblemente se romperán, ya que no están diseñadas para soportar impactos. Para poder terminar la jornada el operario gastará parte de sus horas de trabajo intentando conseguir otras gafas. Esto reduciría su productividad ese día.
Disolventes líquidos y polvo deteriorarán sus lentes que no están tratados para soportarlos. Por lo que realizará su trabajo con lentes desgastadas donde puede que su ritmo de actividad laboral baje o no sea de calidad. Además, el pintor se arriesga a que por los huecos laterales de las gafas se cuelen productos químicos que al entrar en contacto con sus ojos le pueden causar lesiones oculares irreversibles. Su baja laboral también reduciría la productividad del taller.
Diferencias entre gafas estándar y gafas de protección laboral
Las gafas graduadas de protección laboralse diferencian de otras estándar por su diseño y materiales.
Algo que las hace distintas es que son resistentes a impactos. Tanto la montura como los cristales se fabrican con materiales a prueba de caídas e impactos.
La otra gran diferencia es que puedes encontrar gafas con características específicas para distintas situaciones laborales.
Las hay con cristales que filtran los rayos UV, herméticas a prueba de salpicaduras, con cristales antiraya, a prueba de chispas, polarizadas …
Usando gafas de protección graduadas en el trabajo produces más y mejor
A lo largo de nuestros años de experiencia en el mundo de la protección ocular nos hemos dado cuenta de algo:
“Tanto a corto como a largo plazo el uso de gafas de seguridad graduadas mejora la producción laboral”
Queremos compartir contigo los 3 motivos principales por los que hacemos esta afirmación.
1. Mantienen la visión en buenas condiciones a largo plazo
Hay quien se quita sus gafas en el trabajo para que no se le dañen. A no ser que las sustituya por unas gafas de seguridad graduadas, su visión se acabará deteriorando más todavía.
Realizar tareas sin las lentes necesarias hace que se fuerce la vista de forma continuada. Esto causa fatiga visual incluso después de la jornada laboral. Por no hablar del peligro de no proteger los ojos si el tipo de labor tiene riesgos.
2. Trabajar al detalle sin pérdidas de tiempo por cambio de gafas
Un trabajador puede precisar usar lentes para ver de cerca y proteger sus ojos al mismo tiempo. Una opción es utilizar sus gafas normales con un cubre gafas protector encima y quitarse ambos cuando tenga que volver a mirar cosas de lejos. Esto es entretenido y un gasto de tiempo.
Si ha de hacer estos cambios con frecuencia, la mejor elección es llevar gafas de seguridad con lentes progresivos durante toda la jornada y decir adiós a los engorrosos intercambios de gafas y cubregafas.
3. Evitar daños oculares y bajas laborales
Un gran número de bajas en el trabajo se producen por daños en los ojos. Chispas, esquirlas de metal y productos químicos causan lesiones que afectan a la vista.
En el mejor de los casos son lesiones que con tiempo y tratamiento se curan. Pero hay ocasiones en las que el daño ocular es irreversible.
Todo eso se evita llevando las gafas de seguridad graduadas aptas para cada tipo de trabajo.
Gafas de trabajo que no lo parecen
Tal vez pienses que todas las gafas de protección son demasiado llamativas y se nota mucho que son para trabajar. ¿Sabes que hay gafas de seguridad que no lo parecen? Un ejemplo de ello son las ACERO 164.02 de Pegaso.
Se trata de unas gafas de seguridad de varillas metálicas muy discretas. Son aptas para trabajos de taller y de oficina. Sus cristales son anti impacto, llevan tratamiento antivaho y antiraya. Y lo mejor es que tienen un diseño fuera de los standares en una gafas de protección laboral, pudiéndola llevar incluso fuera de tu jornada laboral.
Recuerda el sabio refrán: “Más vale prevenir que curar” , sobre todo en tus ojos.